El simple hecho de encontrarse en un elemento ajeno y no poder respirar libremente son limitaciones que obligan a un entrenamiento muy especial.
La natación es uno de los deportes más exigentes a los que se enfrenta el ser humano y no es fácil poder destacar realmente en las diversas disciplinas y modalidades de este deporte.
La natación es el deporte protagonista en los Juegos Olímpicos gracias a Michael Phelps, el atleta con más medallas olímpicas en la historia (28) es un nadador, y que también ostenta el récord de medallas en unos juegos (8 en Beijing 2008). El récord anterior lo tenía Mark Spitz, otro nadador (7 en Munich 76). De los 11 nuevos registros mundiales obtenidos en Río 2016 en cualquier disciplina, 4 fueron instaurados en natación, de modo que es un deporte que está en pleno crecimiento y del que se pueden esperar nuevas sorpresas en el futuro.
Nuevos trajes y acuodinámica
Además de las evidentes condiciones físicas de atletas como los mencionados antes o los nuevos plusmarquistas, hay un boom de la tecnología aplicada a la natación que ha ayudado a mejorar el rendimiento.
Los trajes para nadar en alta competición se hacen con tela que imita la piel de los tiburones, así que cuando un nadador se enfunda en ese traje ofrece menor resistencia al agua que si estuviese desnudo o con un bañador tradicional. El diseño comprime algunas zonas del cuerpo y ayuda a estirar otras, acercando al atleta a la forma más acuodinámica posible, garantizando ganar centésimas en cada brazada.
Otro elemento de gran utilidad son las pantallas bajo el agua, que permiten a los nadadores ocuparse únicamente de administrar sus energías y oxígeno, sin tener que preocuparse por llevar la cuenta de las veces que han atravesado la piscina. Esto es muy útil en las pruebas más largas: en los 800 metros hay que ir de un lado a otro 16 veces y en los 1.500 hay que atravesarla 30 veces. Es muy fácil perder la cuenta y la pantalla en el fondo le permite al atleta ocuparse únicamente en calcular resistencia.
La alimentación de un nadador es estudiada minuciosamente, y durante su etapa más dura de entrenamientos y pruebas sólo consumen los alimentos que le indica su equipo de entrenadores y los complementos vitamínicos permitidos que le ayudan a reforzar sus habilidades.
Los nuevos récords que dejó Río
En 2016 se rompieron 4 récords mundiales de natación:
- En 100 metros mariposa femenino, Sarah Sjostrom mejoró su propio récord mundial, marcando 55,48”.
- En los 100 metros pecho masculino, Peaty Adam marcó 57,13”. En las eliminatorias él mismo había implantado el récord anterior: 57,55”.
- En 100 metros espalda masculino, Ryan Murphy paró el reloj en 51,85”.
- En 400 metros libres femenino, Katie Ledecky batió su propio récord, registrando 3’56”46.
Toda una proeza para un solo deporte.
Si esta información te parece interesante o útil, no dudes y compártela en las redes sociales.