¿Te imaginas poder visitar una ciudad bajo el mar? Las ruinas de esta metrópoli descubierta en 2017 cuenta con 16 siglos de antigüedad.
Esta antigua ciudad sepultada en el mar tiene más de 20 hectáreas, donde se podrían esconder los secretos mejor guardados de los romanos.
Gracias al arqueólogo Mounir Fantar y a la Universidad de Sassari de Italia, la humanidad ha podido ver la joya arquitectónica que se esconde bajo el mar de Túnez. Se trata de la ciudad perdida de Neápolis, donde la fabricación de garum (salsa de pescado fermentada) y sal eran la principal fuente económica.
Tsunami mortal
Cuentan los historiadores que Neápolis era una ciudad que escondía muchos secretos y fue castigada por su falta de lealtad a los romanos, un castigo que la sepultó. Hay evidencias de que la tragedia de Neápolis fue ocasionada por un sismo de 8 grados, que trajo consigo, además, un gran tsunami. La población desapareció por completo y pocos se atrevieron a reseñar lo que había sucedido por temor a ser también castigados.
Se cree que cuando ocurrió la tragedia también se produjeron daños en las ciudades de Alejandría y Egipto. Las investigaciones no han parado desde que las condiciones climáticas permitieron que los arqueólogos observaran esta maravilla que se esconde bajo el mar. Desde el 2010 muchos esperaban dar con las ruinas, por lo que no es de extrañar que pronto lleguen más expertos para incorporarse a las labores que hace siete años eran un reto y ya son una realidad.
Hallazgo insólito
Fue el historiador Amiano Marcelino el primero en escribir sobre Neápolis; gracias a sus relatos muchos podían imaginar lo que escondía la ciudad perdida. Hoy en día, en las ruinas romanas submarinas de 16 siglos de antigüedad se pueden apreciar perfectamente calles y monumentos dignos de estudio.
Se cree que Neápolis jugó un papel importante en la Guerra Púnica, hasta el punto de destruir a la civilización rivel. Este es uno de los más grandes descubrimientos para comprender la civilización romana, pues la ciudad se remonta a por lo menos 2 mil 400 años. Estamos seguros de que nos dará muchas respuestas.