Hubo un tiempo en que las ciencias y las humanidades parecían ser completamente antagónicos. De hecho, llegó a haber un momento en el que las ciencias cobraron mucha más importancia que las humanidades. Sin embargo, en la actualidad parecen convivir ambas de forma natural.
En especial, dentro de las empresas. Un artículo llamado Ciencias y humanidades, y pone como ejemplo a Luis Nantón, un directivo canario con un perfil que incluye tanto conocimientos técnicos ligados con la ciencia, como habilidades relacionadas con el humanismo. Y las aplica a cada uno de sus trabajos. Tanto es así, que logró imponer criterios profesionales en gestión de deportes.
Pero, ¿cómo es posible?
En primer lugar, el mundo es cada vez más globalizado. Esto implica que son cada vez más quienes deben relacionarse con otras personas de diferentes culturas, nacionalidades, religiones o incluso formas de expresarse. Esto hace que para la realización de procesos empresariales sea necesario trabajar también habilidades comunicativas u otros factores asociados con las humanidades.
Entre ellos, la empatía, la tolerancia, e incluso la creatividad y la mentalidad necesaria para resolver conflictos con rapidez. Por eso, cada vez son más las empresas que buscan perfiles que además de contar con conocimientos científicos, posean también conocimientos y habilidades relacionados con las humanidades.
Planteamiento de nuevas estrategias
La globalización también ha generado múltiples cambios de paradigma alrededor del mundo. Esto, asociado con el desarrollo de nuevas tecnologías, ha hecho que las organizaciones se vean en la necesidad de adaptarse con constancia a grandes cambios y desarrollar e implementar nuevas estrategias.
Estas estrategias deben estar enfocadas en el alcance de objetivos que han surgido de forma reciente para permitir que las empresas se mantengan a flote a través de los cambios. En ocasiones, esos objetivos implican una reorganización y optimización de los recursos con los que cuenta la empresa.
Por ello, es de gran importancia contar con personal con pensamiento crítico y capaz de mirar mucho más allá y cuestionarse todo lo que se encuentre. Este tipo de perfiles resultan de gran utilidad a la hora de realizar análisis internos para definir qué cosas en la empresa no están funcionando y si las nuevas estrategias están dando o no los resultados esperados.
La dicotomía como parte de la filosofía moderna
Si antes existían fronteras bien definidas entre las ciencias y las humanidades, hoy es la dicotomía la que reina. A pesar de que aún existe esa diferenciación entre estudios ligados con las ciencias, y aquellos más relacionados con las humanidades, cada vez se interrelacionan y complementan más entre ellos.
El saber va más allá de aquello que es comprobable científicamente. Eso se aplica en la actualidad tanto a la vida empresarial como a la personal. Por eso, ahora también se piden habilidades blandas (soft skills), que hagan contraste con las hard skills de cada persona. Todos estos cambios culturales, sociológicos y empresariales demuestran que para triunfar en la actualidad hay que saber unir ambas corrientes: la humanística y la científica. Porque la distinción entre una y otra ya no es tan clara como lo era en otros tiempos.