Durante miles de años se mantuvo oculto uno de los tesoros más valorados de Turquía. Se trata del Gobekli Tepe, el templo más antiguo jamás registrado por el hombre.
Las investigaciones preliminares dan cuenta de que hace 11 mil años, por lo menos, que el lugar fue construido, lo que supera por unos seis mil años a los megalitos de Stonehenge, en Inglaterra.
El arqueólogo alemán Klaus Schmidt y su equipo fueron los descubridores de este antiguo santuario en 1994, situado a unos 14 kilómetros de la ciudad de Sanliurfa, al sur de Turquía.
La construcción de este lugar debió requerir un esfuerzo titánico, ya que las herramientas de metal no se empleaban en aquella época. ¿Imaginas construir un lugar de este tipo sin las herramientas de hoy en día?
Centro religioso
En un informe difundido por la National Geographic, el propio Schmidt sugirió la teoría de que esta construcción era un centro religioso en el período Neolítico. Su tesis también incluyó que el lugar fue levantado por grupos de cazadores o recolectores que viajaban frecuentemente en una zona equivalente a 200 kilómetros a la redonda.
El lugar está repleto de relieves en sus pilares, que incluyen formas de diversos animales, como zorros, leones, patos, escorpiones, asnos, garzas, hormigas, arañas, serpientes y otro tipo de figuras antropomorfas.
Este hallazgo replantea un paradigma para la arqueología moderna, pues un análisis de radar reveló que debajo del templo hay una construcción que podría ser más antigua que el propio Gobekli Tepe.
Schmidt murió en el 2014, de un infarto a la edad de 60 años. No obstante, las excavaciones continúan hoy en día. A su favor es importante destacar que él tuvo la iniciativa de explorar este lugar después de 30 años de ser examinado e ignorado por las universidades de Estambul y Chicago.
Mucho por descubrir
En el templo existen unos 200 pilares de siete toneladas cada uno. Los arqueólogos que dirigen esta investigación aseguran que solo han excavado el 5% del lugar.
Toda la estructura se erige sucesivamente, está construida una sobre la otra. Los monolitos de mayor tamaño debieron ser de unos 6 metros.
En todo caso, si Gobekli Tepe fue un templo, un centro de cazadores o un lugar para la adoración, lo más sobresaliente de este hallazgo es el espíritu del ser humano, que se redescubre buscando respuestas sobre sus orígenes.