Estudios recientes han demostrado que es posible bloquear intencionadamente recuerdos desagradables y cambiarlos por otros o incluso olvidarlos.
A lo largo de la vida, las personas experimentan un conjunto de experiencias, situaciones o circunstancias que podrían ser tan dolorosas que perturben de alguna manera su existencia o modifiquen su comportamiento. En estos casos, muchas personas optan por olvidar de manera voluntaria estas situaciones o, en el mejor de los casos, las cambian por recuerdos agradables. Estas situaciones pueden repercutir de manera diferente en cada individuo.
Estrategias del cerebro para olvidar
El cerebro utiliza diversas estrategias para olvidar momentos desagradables como la muerte de un ser querido, un divorcio o la pérdida del empleo. Un estudio dirigido por el neurólogo Roland Benoit de la Unidad de Cognición y Ciencias del Cerebro de la Universidad de Cambridge, reveló que muchas veces las personas tratan de suprimir los recuerdos de manera directa. En ese momento, se activa la corteza prefrontal dorsolateral, encargada de inhibir el hipocampo, región requerida para recordar.
Otra estrategia que aplica el cerebro es tratar de cambiar ese recuerdo desagradable por otro que lo sustituya. El neurólogo observó a un grupo de voluntarios que aplicaba esta estrategia, y explicó que en ese momento se activa la corteza prefrontal caudal y la prefrontal ventrolateral. Manifestó que el conocimiento profundo de estas estructuras podría conducir al desarrollo de tratamientos que ayuden a controlar ciertos trastornos de la memoria.
Otros estudios de la memoria
Las universidades de Birmingham y Cambridge han publicado en la revista Nature Neuroscience cómo lograron aislar los mecanismos del cerebro para olvidar y recordar. Esto lo hacen a través de un sistema de resonancia magnética que mide la actividad cerebral. Esta técnica se aplicó a un grupo de voluntarios a los que se solicitó que recordaran imágenes mostradas previamente. Con ello, lograron conocer el nivel neuronal de los recuerdos.