La lucha para lograr una vacuna contra la polio en los años 50 fue causante de la epidemia que aterrorizó al mundo 30 años después: el Sida
Hasta finales de los años 50, la poliomielitis era una enfermedad mucho más extendida que ahora, causante de la parálisis infantil. El investigador Edward Hooper afirma que existe una clara relación entre la entra la vacuna contra esta y el origen del Sida.
De acuerdo con Hooper, quien pasó 10 años investigando el origen del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH, causante del Sida), los métodos usados por el Dr. Hilary Koprowsky para sus investigaciones en África, propiciaron el paso del Virus de Inmunodeficiencia del Simio (VIS) a los seres humanos. Los chimpancés son portadores de este virus.
Según Hooper, una serie de negligencias como usar riñones de chimpancé para cultivar el virus de la polio, fueron causantes del desastre. En esa década se administró obligatoriamente la vacuna de Koprowsky a más de un millón de personas en el Congo Belga, hoy Zaire, para probar su eficiencia.
Las coincidencias encontradas por Hooper
El primer brote importante de Sida apareció en los años 60 en África. La ciudad más afectada fue Leopoldville, capital del Congo Belga. Hoy el 50% de la población zaireña es portadora del VIH. Hooper encontró filmaciones que mostraron decenas de chimpancés enjaulados en los laboratorios de Koprowsky en África. El caldo de cultivo apropiado para las vacunas debían ser riñones, pero no de chimpancé, sino de monos, y hasta hoy nadie ha explicado qué uso se le dio a esos animales.
El investigador estaba listo para revelar su historia pero no encontró ninguna revista médica que la publicase y concluyó que estaba vetado porque Koprowsky se había convertido en un magnate de la industria farmacéutica. Desesperado por dar a conocer la revelación, convenció a la revista de espectáculos Rolling Stone de publicar un artículo en 1982.
Koprowsky negó inmediatamente todo vínculo entre su investigación y la epidemia, empezando por atacar la credibilidad de la revista, que no tenía relación alguna con la ciencia. Poco después, Rolling Stone debió publicar una disculpa al doctor.
La negación de la hipótesis
En 1990 Hooper logró publicar el libro The River, reavivando la polémica; incluso se realizó un documental al respecto y muchos investigadores independientes revisaron el enorme texto, que está lleno de datos, mapas y referencias obtenidas en su larga investigación.
Nuevamente llegó la negativa por parte de Koprowsky, quien descartó haber usado riñones de chimpancé, lo cual fue confirmado luego por varios laboratorios independientes con acceso a muestras de las vacunas originales: éstas no contenían trazas del organismo de un chimpancé. Además, incluso usando tales riñones, la variedad de VIS presente en la zona africana donde él trabajó no coincide genéticamente con el VIH, así que el vínculo fue descartado.
Mientras tanto, el doctor Albert Sabin desarrollaba en Polonia la vacuna contra la polio Sabin Oral, que es hoy la que se usa en todo el mundo para contener este flagelo. Mientras Koprowsky construyó un imperio, Sabin renunció a la patente de su vacuna y a enormes ganancias. De 350.000 víctimas en 1988 se pasó a sólo 2 mil en 2006.
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