Los grandes actores y actrices de Hollywood suelen hacer papeles magníficos que ratifican su calidad… pero a veces se equivocan.
Estos papeles los acercan a la gloria de las alfombras rojas y al codiciado premio Oscar, que otorga la Academia del Cine. Sin embargo las celebridades y sus representantes no siempre están finos en sus apreciaciones y dejan escapar buenos papeles.
¿Cómo sería volver al futuro con Karate Kid?
La pregunta suena extraña pero resulta que la primera opción para interpretar a Marty McFly, el viajero del tiempo de la exitosa trilogía Regreso al Futuro fue Ralph Macchio, el famoso protagonista de otra gran trilogía: Karate Kid. El chico de las artes marciales decidió no hacer ese papel porque no creyó que la historia de un viajero del tiempo fuera exitosa. Michael J. Fox estuvo muy bien en el papel.
Otro que debe estar lamentando aún su error es Tom Selleck, el famoso hombre del bigote agresivo, Magnum; quien fue llamado para protagonizar nada más y nada menos que Indiana Jones. Selleck consideró que era más importante seguir adelante con su serie y no quiso el papel. La verdad es que ahora cuesta mucho imaginarse a Indiana Jones con un rostro diferente al de Harrison Ford.
Pero Harrison Ford también rechazó no uno, sino varios papeles importantes. Por ejemplo, el de El Patriota, que finalmente hizo Mel Gibson. De acuerdo con Ford, ese personaje tenía una trama muy violenta, así que decidió no hacerlo. ¡Afortunadamente no pensó lo mismo del papel de Han Solo en La Guerra de las Galaxias!.
El papel de Clarice Starling, la investigadora que coprotagoniza El Silencio de Los Corderos, fue ofrecido originalmente a Michelle Pfeiffer, quedando en manos de Jodie Foster, quien hizo un trabajo impecable.
Un actor que suele escoger muy bien sus papeles es Jim Carrey, porque casi siempre se trata de comedias para las que es muy útil su cara flexible. El papel más relevante que ha rechazado es el de Eduardo Manos Tijera, que al final realizó magistralmente Johnny Depp.
Una película extraordinaria y que impulsó la carrera de Julia Roberts fue Pretty Woman, y ese papel fue rechazado nada más y nada menos que por Daryl Hannah, la despampanante rubia que hace de sirena en Splash. ¿Qué opinaría Richard Gere de ese cambio?
El papel de Forrest Gump se le ofreció originalmente a John Travolta. Este es otro de esos casos en los que cuesta mucho imaginar al personaje con otro rostro. La actuación de Tom Hankas fue increíble, y a la postre se llevó el Oscar con ese personaje.
Cuando las cosas no las decide el actor
Un caso opuesto es el de Neo, el personaje principal de Matrix. Los hermanos Larry y Lily Wachowski (ahora hermanas, tras el cambio de sexo de Larry, quien pasó a llamarse Lana), demostraron tener una capacidad tremenda para crear en la pantalla lo que realmente desean que el público vea. Ellos imaginaron el personaje de Neo y lo planificaron a partir de Keanu Reeves. No obstante, los productores ejecutivos querían que el papel lo protagonizara Will Smith. La única forma de defender su decisión fue amenazar con no terminar la película.
Así es como algunos de los personajes más icónicos que nos acompañan en el imaginario cinematográfico pudieron haber tenido otro rostro. Quizá por eso a veces los personajes de los libros no se nos parecen demasiado a los actores que terminan haciéndolo en las adaptaciones al cine.
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