Esta es una historia en la que intervienen un militar, su mujer, una película porno en 3D y un recién nacido que viene con sorpresa. ¿Preparado?
El prota es un tipo llamado Erick Jonson, que es un militar puramente yankee que se fue a Iraq a defender a su patria y esas cosas, y, cuando volvió a su dulce hogar, resulta que su mujer estaba embarazada.
No contento con esto, la mujer le dijo que se había quedado embarazada por ver porno en 3-D (supongo que sin usar protección, algo que la todavía mujer de Erick no ha confirmado), y lo peor es que la excusa entró, y bien entrada.
Pero aún hay más, si esto ya te parecía la excusa más estúpida de la década, encima el bebé salió negro, mientras tanto el padre como la madre son blancos, a lo cual, la mujer le dijo que es que el protagonista de la película porno con la que se quedó preñada (o encinta, ya depende de tu finura) era negro, y claro, así ha pasado… ¡y también coló!
Porno en 3D: tratamiento de fertilidad wifi
Como no podría ser de otra manera, Jennifer, que así se llama ella, dijo que era la primera vez que iba a ver porno, y que sólo fue con sus amigos para comprobar el efecto de las tres dimensiones, con un par.
Os pongo las declaraciones de Jennifer, traducidas en modo andar por casa:
Aunque mi marido me crea, mi matrimonio podría estar en riesgo, pero él sabe que yo le soy fiel […] Un mes después de ver la película empecé a tener mareos y los resultados fueron positivos
Moraleja 1: si vas a ver cine porno con amigos usa protección, y más si es porno del bueno, que parece que hay más probabilidades de pillar un embarazo o cualquier otra cosa por ahí.
Moraleja 2: se cumple la máxima de que el ejército atonta a las personas.
Moraleja 3: si creíais que Aída era de ciencia ficción, resulta que no, que el mundo está lleno de Luismas y de Macus.
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